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La paga del pecado y la dádiva de Elohim

Desde el momento en que el primer hombre, Adam, pecó entregándose a su deseo y codicia, la humanidad fue destituida de la gloria de Elohim, cayendo de la vida de YEHOVAH.


<La paga del pecado es la muerte, pero la dádiva de Elohim es vida perpetua (heb.: 'olam) en nuestro Adón Yeshúa Ha'Mashíaj> Romanos 6:23.


El pecado de Adam


Al escuchar el hombre y la mujer a la serpiente engañadora, tuvieron codicia, la que dio lugar al pecado, y siendo consumado, dio a luz muerte (Santiago 1:15). A partir de ese momento, ningún ser humano fue digno de la vida de Elohim, porque todos, al nacer, cargarían pecado y maldición sobre sí mismos.


Y después de que concibió la codicia, dio a luz pecado, y el pecado, cuando fue completado, dio a luz muerte.

Santiago 1:15.


Sin embargo, YEHOVAH desde el principio del pecado del hombre, declaró que vendría Uno de la simiente de la mujer que aplastaría la cabeza de la simiente de la serpiente, dando fin a esta muerte recién nacida. Véase el plan de vida que Elohim tenía preparado para el hombre, y maravillosamente dictaminado en el mismo momento del pecado de Adam.



La Torah como ayo y el Mashíaj


Más tarde, cuando Adonai entregó la Torah en el monte por medio de Moisés, la Torah llegó a ser un tutor o ayo (Gálatas 3:24) que enseñó al pueblo el discernimiento entre lo recto y el pecado, llevándonos hacia Mashíaj y su voluntad de vida. Sin embargo, la Torah no tenía por sí misma la capacidad de salvar al hombre de la muerte, es decir, cambiar su mente y corazón, ya que esta había sido escrita en tablas de piedra, y no en la mente del hombre.


Pero cuando vino Yeshúa Ha'Mashíaj, la Torah fue puesta en la mente del ser humano como dádiva de vida de Elohim, esto es el Rúaj Ha'Kódesh, y el reino de los cielos dentro de nosotros, cumpliéndose la palabra que decía: <Habitaré dentro de ellos y andaré entre ellos (2 Corintios 6:16, citando Levítico 26:12)>.


Al ingresar la Torah en el corazón del hombre por medio del Rúaj Ha'Kódesh de Yeshúa Ha'Mashíaj, tuvo la capacidad de cambiar su mente a la mente del Mashíaj, nivelando al hombre a la voluntad y deseo de Elohim, haciéndolo capaz de guardar sus mandamientos y ser salvo, no por sí mismo, sino por Elohim obrando dentro de él. (2 Corintios 3:5).


No porque seamos adecuados por nosotros mismos para pensar alguna cosa como de nosotros mismos, sino que nuestra capacidad es Elohim.

2 Corintios 3:5



El señorío de Elohim o del pecado


Cuando se dice: 'la paga del pecado', quiere decir: 'el salario que da el pecado', ya que al nosotros vivir en pecado, nos nacemos empleados y siervos del pecado, poniéndolo como señor nuestro, y él nos da una paga, un sueldo: la muerte. Pero al poner a Elohim como nuestro Señor, sirviéndolo y guardando sus mandamientos, porque Él nos amó, recibiremos su pago: la vida.


¿Quién capacita? Elohim. ¿Quién salva? Elohim. ¿Quién escoge? Elohim.

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